lunes, 7 de noviembre de 2016

JUGANDO CON PALABRAS O EL ARTE DE RELLENAR HUECOS



 

La mediación se nutre de profesionales que vienen de distintas disciplinas y profesiones de base como solemos decir. En el caso de las integrantes de Medialogos Gestión de Conflictos nuestra formación de base y la que nos acercó a la mediación es la de la antigua licenciatura de Derecho. Nos avalan años de ejercicio como abogadas. El ejercicio del derecho y la “sensación” de que pese a obtener  Sentencias que a priori podían parecer favorables a los intereses de nuestros clientes y que sin embargo no satisfacían estos íntegramente, bien porque no todos los aspectos de la vida son reconducibles a lo jurídico, bien por que llegaban tarde, o bien por que terminaban con la ruptura de una relación, ya fuera  de carácter empresarial, familiar, vecinal, hizo que empezáramos a formarnos en mediación.


Aquel primer acercamiento y aquella primera formación abrieron nuestra mente de tal manera que en la actualidad buscamos como ofrecer mejores servicios mediante la adquisición de nuevas “herramientas”.


Se suele oír mucho en el mundo de la mediación lo de la caja de herramientas, baúl, mochila. Todos y cada uno  tenemos una caja de herramientas propias, que tiene por un lado las que hemos adquirido durante nuestra formación como mediadores, y por otro lado aquellas que teníamos de nuestra formación de origen y de nuestra propia experiencia vital, amalgamado todo ello con nuestras características genéticas que nos hacen ser mas perceptivos ante determinadas imágenes, ruidos, olores o ante las emociones.


De lo que no se suele hablar es del sobrepeso de la caja de herramientas. Es decir, de aquello que hemos ido sacando por que hace que la caja pese mucho y dificulte nuestro trabajo.


Uno de los sobrepesos de la caja de herramientas son “los ruidos”. Cuando os hablo de “ruidos” a que me estoy refiriendo? Me estoy refiriendo a parte de las distorsiones cognitivas como son las suposiciones o las lecturas mentales, a estar escuchando a medias preparando nuestra siguiente pregunta, o a no ser capaces de sujetar nuestro propio mapa mental o representación de la realidad cuando estamos escuchando o haciendo preguntas. Pensamos a veces más en nuestro propio papel que en el mediado, y eso por supuesto con las mejores intenciones. Luego una de las primeras cosas a sacar de la caja es mi propio ego. Yo no soy parte de la solución, solo soy un facilitador.


Cuando me di cuenta de ellos empecé a pensar como eliminarlos o minimizarlos. En mi caso lo que me ha permitido disminuirlos ha sido el estudio de la programación neurolingüística y dentro de ella y de manera mas concreta el  metamodelo del lenguaje.

Actualmente existen muchos detractores de disciplinas como la programación neurolingüística y el coaching, ya que para algunos son pseudo-ciencias que invaden el terreno de la psicología. Yo os invito a conocer, antes que criticar, y sobre todo a no ser invasivos en su utilización.


Todos  en estos tiempos de frases mágicas y cartelitos en las redes sociales como Facebook o Twiter, habréis oído o leído la frase de “EL MAPA NO ES EL TERRITORIO”


Muchos habréis viajado en metro, incluso en autobús, si os habéis fijado la representación que se hace de las distintas estaciones de metro, o de las distintas paradas de Autobus es lineal.  En realidad es asi? No, la realidad geográfica no es asi, igual que la realidad es distinta según quien la represente. Como mediadores hemos dicho muchas veces la frase de  “No existe una única verdad, si no distintas representaciones de la realidad”


Cuando comunicamos trasmitimos la estructura superficial del lenguaje, como si utilizáramos el mapa del metro, nos dejamos la mitad de la información porque desde nuestra posición entendemos que los demás tienen el mismo mapa de representación de la realidad que nosotros. Como mediadores tenemos que jugar con las palabras, rellenar esos huecos que nos faltan de información sin recurrir a nuestra propia representación de la realidad, y eso es posible gracias al metamodelo del lenguaje.


Imaginar la frase dicha por una persona en mediación “no actuo bien, mi hijo es el que hizo lo correcto”

Que información estáis sacando de esa frase?

-       No sabemos quien no actuo bien

-       No sabemos que es lo que hizo

-       No sabemos para quien no esta bien como actuo

-       No sabemos que hizo su hijo

-       No sabemos que es lo correcto

-       No sabemos para quien es correcto.

Que preguntariais?


O esta otra…”Mañana saldrá el sol”

Que os parece esta frase? Mañana saldrá el sol en todas partes? o dependerá de en que momento del año estemos, y también si efectivamente mañana estamos o no estamos vivos? no creeis?


Nos encontramos en la práctica con que cualquier modelo que quiera representar la realidad, o parte de la realidad, la distorsiona. Cuando comunicamos llevamos a cabo tres acciones inconscientemente la mayor parte de las ocasiones:

  • Distorsionamos.- Modificamos la información que nos llega a través de los sentidos distorsionando su significado
  • Generalizamos .- A partir de una experiencia damos por sentado que siempre va a ocurrir asi 
  •  Eliminamos.- Solo nos fijamos en una parte de la realidad
Como consecuencia de lo anterior tendemos a imaginar lo que falta y a suponer parte de la información por una parte, y por parte del que emite el mensaje a creer que se ha entendido por la otra parte exactamente lo que queremos expresar.


La representación de la realidad de cada uno está condicionada por diversos filtros, que son tanto neurológicos, como sociales, como individuales.


Respecto a los filtros neurológicos hay que tener en cuenta que el oído humano solo capta de  20 hz  a 20 khz, y no todos tenemos la misma capacidad auditiva, desde luego mucho menor que la de algunos animales.  Con la vista también tenemos nuestra diferencias y limitaciones, en este caso detectamos ondas que van entre 380 y 680 milimicroms. 

En estos días pasados realice un experimento en internet, colgué una foto de una bolsa de viaje que había hecho y que  para ejemplificar  la cuestión de los filtros iba a hacer que visualizaran los participantes en unas jornadas. Dicha bolsa es, para mí de color azul, y para mi marido de color verde. Es una bolsa que nos ha dado muy buen resultado y que la tenemos hace más de quince años. Siempre (siempre, siempre , siempre sin excepción alguna) tenemos una conversación similar.

Yo: Cariño, bájame del altillo la bolsa azul

Mi marido: ¿Cuál? , ¿la que tu consideras azul y yo veo verde?.


Al colgar la foto en mi muro personal de Facebook y preguntar de qué color la veía cada uno recibí respuestas de todo tipo: Azul, negra, gris marengo, gris. La mayoría de  los que escribieron dieron por supuesto que preguntaba por el color preponderante, supongo que al preguntar yo por color y no por colores, y solo unas cuantas mencionaron también el color marrón o cuero refiriéndose a las asas y a la embocadura de la bolsa. Eso sí, y ahora que mi marido no me lee, nadie mencionó que fuera verde. 


Y respecto a los filtros neurológicos no debemos olvidarnos del olfato, no todos podemos detectar con igual intensidad los olores, e incluso hay olores que no somos capaces de detectar si no hay determina concentración de partículas en el aire. 


A todo lo anterior hay que sumar que no todos los humanos  percibimos el fenómeno físico en cuestión, imagen, sonido u olor, que se da a nuestro alrededor de la misma manera. En función de cómo tengamos desarrollado ese sentido, ya genéticamente ya por entrenamiento, lo percibiremos con mayor o menor intensidad o no lo percibiremos.


Los filtros sociales sería como nosotros interpretamos lo que ocurre a nuestro alrededor, que significado le atribuimos y esto vendría condicionado por las convenciones socialmente aceptadas, los perjuicios y creencias del entorno social, el sistema de valores sociales. Esta realidad no sería verificable, frases como “lo correcto” “lo mejor….”  van a estar muy condicionadas por nuestro entorno.


En determinadas culturas no está socialmente aceptado comer con la mano, o mirar a los ojos por que puede considerarse una falta de respeto o invasión de la intimidad. Lo que es correcto o esta socialmente aceptado en una religión, no lo está en otras religiones.


Por ultimo estaría los filtros individuales, los de cada uno de nosotros. Estaríamos hablando de nuestra propia  experiencia personal ( lo que hemos vivido), la formación recibida, las representaciones internas personales, los hábitos y los gustos, y las creencias y valores personales.


Paraos un momento a pensar cuales pueden ser en cada uno de vosotros

Con esos filtros en la mano podemos hablar de tres órdenes de la realidad:



-       Todo lo verificable por los sentidos.

-       Las interpretaciones que atribuimos a lo que veo, y que no son verificables con los sentidos y depende de la interpretación de cada uno

-      Como yo me siento. Pensar por un momento que os dicen algo que os produce angustia, o que os produce miedo, o estrés, en que parte del cuerpo la focalizáis?, ¿ sois capaces de distinguirlo?....


Cuando hablamos de que el Mapa no es el territorio, implica que cada uno de nosotros tiene conformada un interpretación de la realidad según su educación, su formación, su experiencia y sus sistema de valores, si operamos con las partes permitiendo que nuestro mapa nos invada, probablemente no haremos las preguntas adecuadas dado que cuando no tengamos en el mensaje la información completa la integraremos con la información proveniente de nuestro mapa.


Imaginad cuando estamos en una mediación y hacemos una pregunta y cuando estamos escuchando empezamos a pensar en una experiencia similar, nuestra o de otro caso, y preguntamos desde esa experiencia o no preguntamos por qué la información que no se nos da la rellenamos con la información que está en nuestra mente de nuestra propia experiencia.


Es importante mantener la distancia de la interpretación que puedan hacer los demás, y de la propia interpretación que nosotros hacemos. Como mediadores deberíamos tener como máxima “suspender el juicio” y evitar atribuciones desde nuestro propio mapa mental, y a ello nos ayuda el metamodelo del lenguaje.


Muchas veces representamos la mediación como dos piezas de un puzle, de piezas que estaban desconectadas y se tienen que unir.


Yo pienso en el conflicto como un puzle, nos dan la información desordenada, y con ella vamos conformando el mapa de cada una de las partes, para por ultimo conformar el mapa del conflicto con la información de ambas partes, información que debemos integrar y extraer sin crear piezas de información con nuestro propio mapa.



A través del metamodelo del lenguaje podemos conseguir como mediadores obtener más información, precisar, eliminar distorsiones y permitir que las partes creen opciones y reflexionen.


No solo nos sirve el metamodelo el lenguaje como mediadores en el espacio de mediación, sino que también el ámbito personal nos permitirá dar un mensaje más completo y mejorar la calidad de nuestra comunicación.


Y todo ello a través de una de las herramientas del mediador:  LA PREGUNTA


Los patrones del metamodelo son 12 y se agrupan dentro de las tres categorías que hemos puesto de manifiesto:

  •  Omisiones-Eliminaciones
  • Generalizaciones
  • Distorsiones

Hay que tener mucho cuidado en el uso del metamodelo del lenguaje en la vida cotidiana y no utilizarlo salvo que tengamos un objetivo claro porque si no, las personas con las que nos relacionemos tanto a nivel personal como profesional pueden sentirse atacadas. 


Os puedo poner un ejemplo de mi primera inmersión con el metamodelo del lenguaje. Al principio de estudiarlo, y pese a la advertencia de mis formadores cada vez que oía algo no podía evitar pensar que faltaba información, en seguida hacía preguntas del tipo “Cuando dices….puedes decir específicamente a que te estas refiriendo”. Evidentemente mis hijas, de 9 y 11 años en la actualidad no  tardaron en decir “Mama habla raro”, y mi marido no tardo en pedirme que no me comunicara de dicha forma dado que cualquier frase en cuanto yo denotaba que faltaba información o que respondía a alguno de los patrones del metamodelo del lenguaje indagaba sin parar. 

Sin embargo, pese a lo anterior,  sí que es  una herramienta muy útil en nuestro   ejercicio profesional como facilitadores o como abogados o negociadores dado que nos servirá para integrar y concretar el mensaje. En mediación, desde mi perspectiva, será muy útil en las sesiones privadas, cuando estemos a solas con cada una de  las partes y servirá para hacerle responsable de sus elecciones, así como para concretar opciones y hacerles de agente de la realidad.


En el ámbito personal, desde nuestra propia posición nos servirá para escuchar sin interferencias, permitiendo que el otro nos traslade su mensaje completo y hacer las preguntas necesarias sin meter nuestro propio mapa personal. Además de lo anterior nos servirá  para ser más efectivos comunicando, dando la información completa que necesitamos transmitir sin realizar omisiones importantes, ni juicios de valor, ni distorsiones, ni por supuesto generalizaciones.


Espero haber logrado mi misión que no era otra que trasladaros mi visión del uso del metamodelo del lenguaje en la mediación, y que penséis en esos ruidos e interferencias que podemos tener, revisando cuales pueden ser los vuestros, que pueden no coincidir con los míos, porque el autoconocimiento del mediador para mi es otro de los puntales básicos para poder ser un buen profesional. 


María Dolores Hernández Gutiérrez

Socia fundadora Medialogos Gestión de Conflictos


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