lunes, 10 de marzo de 2014

Mediar entre Mediadores. Tres casos prácticos.

Cuando la semana pasada llegó a nuestro conocimiento la reciente creación de un par de entidades de mediación  (una asociación y una empresa) ambas con nombres fonéticamente muy parecidos al nuestro, pues la diferencia es una o dos letras, enfocamos el asunto de la manera más acorde al principio fundamental de esta profesión: el diálogo.

En el año 2012, cuando decidimos registrar nuestra marca (nombre, logotipo y colores) desde el ánimo de dotarnos de una identidad corporativa que canalizara la ilusión compartida por nuestro proyecto, nunca fue con la intención de llegar a poner en práctica para defenderla la clásica bateria de medidas procesales: demanda, denuncia, medidas cautelares, etc, de manera que siempre nos guió la idea de que en el mundo de la mediacion nunca serian necesarias. De hecho, nuestro fin es evitarlas. 

Proviniendo del mundo jurídico en nuestro caso, todo  el entorno de colegas y amigos nos aconsejaba pasar a la acción: demanda, denuncia, hazlo publico…Porque estamos acostumbrados a pleitear. En las Facultades de Derecho no se enseña a negociar, se nos forma para el proceso, para el litigio. Tambien olvidan muchos abogados que en su propio código deontológico se establece como deber del letrado estudiar todas las vías posibles para satisfacer los intereses de su cliente, dandole a conocer todas las opciones, incluidas las extrajudiciales, (art. 13.9  Codigo Deontologico de la Abogacia Española).

 
En el primer caso, con la asociacion en cuestion, hicimos las averiguaciones necesarias para entrar en contacto con sus responsables, les hablamos de la confusion que el hecho produciria entre ambas entidades, no siendo deseable para ninguna de las dos y tratando de patentizar que, si nosotros fuimos antes, quizás ellos lo puedan hacer mejor, circunstancia que justifica por sí sola la corrección del nombre elegido para su asociacion hasta borrar cualquier sospecha de plagio, una vez que nosotros ya nos hemos dado a conocer, con gran esfuerzo tras unos duros comienzos.

Los compañeros de la asociacion han comprendido el beneficio para ambos de soslayar esta situacion y finalmente  han reconsiderado su postura, procediendo a cambiar su denominación, pidiendonos un tiempo para poder llevarla a cabo.

En el segundo caso, a la nueva empresa de mediacion -con la que ademas compartimos marco geografico-, le honra el que se dirigieran previamente a nosotros para comunicarnos su eleccion. No obstante agradecerselo, les hemos transmitido las mismas razones para justificar nuestra postura en defensa de la variedad de denominaciones que eviten la confusion, que en nada beneficiaria a ninguna de las partes.

En este caso, todavia no hemos obtenido una respuesta que nos indique que el espiritu mediador tambien les guia a ellos, pero persistiremos en el intento.

El tercer caso, es de mas compleja intervencion, puesto que atañe personalmente a uno de nuestros socios en un tema de plagio de su trabajo intelectual en la web de una asociacion de mediacion amiga. Pero, de la misma manera, hemos echado mano del talante mediador de ambos implicados y el asunto esta en vias de pronta resolucion.

Siempre hemos confiado en que la mediacion gane la partida, e incluso la guerra, a la judicializacion de los conflictos.

Y es que en mediacion, el dialogo es nuestra herramienta pero la creatividad es quien la afila.

Mantened siempre afilada vuestra herramienta.

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