La mediación se nutre de
profesionales que vienen de distintas disciplinas y profesiones de base como
solemos decir. En el caso de las integrantes de Medialogos Gestión de
Conflictos nuestra formación de base y la que nos acercó a la mediación es la
de la antigua licenciatura de Derecho. Nos avalan años de ejercicio como
abogadas. El ejercicio del derecho y la “sensación” de que pese a obtener Sentencias que a priori podían parecer
favorables a los intereses de nuestros clientes y que sin embargo no satisfacían
estos íntegramente, bien porque no todos los aspectos de la vida son
reconducibles a lo jurídico, bien por que llegaban tarde, o bien por que
terminaban con la ruptura de una relación, ya fuera de carácter empresarial, familiar, vecinal,
hizo que empezáramos a formarnos en mediación.
Aquel primer acercamiento y
aquella primera formación abrieron nuestra mente de tal manera que en la
actualidad buscamos como ofrecer mejores servicios mediante la adquisición de
nuevas “herramientas”.
Se suele oír mucho en el
mundo de la mediación lo de la caja de herramientas, baúl, mochila. Todos y
cada uno tenemos una caja de
herramientas propias, que tiene por un lado las que hemos adquirido durante
nuestra formación como mediadores, y por otro lado aquellas que teníamos de
nuestra formación de origen y de nuestra propia experiencia vital, amalgamado
todo ello con nuestras características genéticas que nos hacen ser mas
perceptivos ante determinadas imágenes, ruidos, olores o ante las emociones.
De lo que no se suele hablar
es del sobrepeso de la caja de herramientas. Es decir, de aquello que hemos ido
sacando por que hace que la caja pese mucho y dificulte nuestro trabajo.
Uno de los sobrepesos de la
caja de herramientas son “los ruidos”. Cuando os hablo de “ruidos” a que me
estoy refiriendo? Me estoy refiriendo a parte de las distorsiones cognitivas como
son las suposiciones o las lecturas mentales, a estar escuchando a medias
preparando nuestra siguiente pregunta, o a no ser capaces de sujetar nuestro
propio mapa mental o representación de la realidad cuando estamos escuchando o
haciendo preguntas. Pensamos a veces más en nuestro propio papel que en el
mediado, y eso por supuesto con las mejores intenciones. Luego una de las
primeras cosas a sacar de la caja es mi propio ego. Yo no soy parte de la
solución, solo soy un facilitador.
Cuando me di cuenta de ellos
empecé a pensar como eliminarlos o minimizarlos. En mi caso lo que me ha
permitido disminuirlos ha sido el estudio de la programación neurolingüística y
dentro de ella y de manera mas concreta el metamodelo del lenguaje.
Actualmente existen muchos
detractores de disciplinas como la programación neurolingüística y el coaching,
ya que para algunos son pseudo-ciencias que invaden el terreno de la
psicología. Yo os invito a conocer, antes que criticar, y sobre todo a no ser
invasivos en su utilización.
Todos en estos tiempos de frases mágicas y
cartelitos en las redes sociales como Facebook o Twiter, habréis oído o leído
la frase de “EL MAPA NO ES EL TERRITORIO”
Muchos habréis viajado en
metro, incluso en autobús, si os habéis fijado la representación que se hace de
las distintas estaciones de metro, o de las distintas paradas de Autobus es
lineal. En realidad es asi? No, la
realidad geográfica no es asi, igual que la realidad es distinta según quien la
represente. Como mediadores hemos dicho muchas veces la frase de “No existe una única verdad, si no distintas representaciones
de la realidad”
Cuando comunicamos
trasmitimos la estructura superficial del lenguaje, como si utilizáramos el
mapa del metro, nos dejamos la mitad de la información porque desde nuestra
posición entendemos que los demás tienen el mismo mapa de representación de la
realidad que nosotros. Como mediadores tenemos que jugar con las palabras,
rellenar esos huecos que nos faltan de información sin recurrir a nuestra
propia representación de la realidad, y eso es posible gracias al metamodelo
del lenguaje.
Imaginar la frase dicha por
una persona en mediación “no actuo bien, mi hijo es el que hizo lo correcto”
Que información estáis
sacando de esa frase?
- No
sabemos quien no actuo bien
- No
sabemos que es lo que hizo
- No
sabemos para quien no esta bien como actuo
- No
sabemos que hizo su hijo
- No
sabemos que es lo correcto
- No
sabemos para quien es correcto.
Que preguntariais?
O esta otra…”Mañana saldrá
el sol”
Que os parece esta frase?
Mañana saldrá el sol en todas partes? o dependerá de en que momento del año
estemos, y también si efectivamente mañana estamos o no estamos vivos? no
creeis?
Nos encontramos en la práctica
con que cualquier modelo que quiera representar la realidad, o parte de la
realidad, la distorsiona. Cuando comunicamos llevamos a cabo tres acciones
inconscientemente la mayor parte de las ocasiones:
- Distorsionamos.- Modificamos la información que nos llega a través de los sentidos distorsionando su significado
- Generalizamos .- A partir de una experiencia damos por sentado que siempre va a ocurrir asi
- Eliminamos.- Solo nos fijamos en una parte de la realidad
Como consecuencia de lo
anterior tendemos a imaginar lo que falta y a suponer parte de la información
por una parte, y por parte del que emite el mensaje a creer que se ha entendido
por la otra parte exactamente lo que queremos expresar.
La representación de la
realidad de cada uno está condicionada por diversos filtros, que son tanto
neurológicos, como sociales, como individuales.
Respecto a los filtros
neurológicos hay que tener en cuenta que el oído humano solo capta de 20 hz a 20 khz, y no todos tenemos la misma capacidad
auditiva, desde luego mucho menor que la de algunos animales. Con la vista también tenemos nuestra
diferencias y limitaciones, en este caso detectamos ondas que van entre 380 y
680 milimicroms.
En estos días pasados realice un experimento en internet,
colgué una foto de una bolsa de viaje que había hecho y que para ejemplificar la cuestión de los filtros iba a hacer que
visualizaran los participantes en unas jornadas. Dicha
bolsa es, para mí de color azul, y para mi marido de color verde. Es una bolsa
que nos ha dado muy buen resultado y que la tenemos hace más de quince años.
Siempre (siempre, siempre , siempre sin excepción alguna) tenemos una
conversación similar.
Yo: Cariño, bájame del
altillo la bolsa azul
Mi marido: ¿Cuál? , ¿la que
tu consideras azul y yo veo verde?.
Al colgar la foto en mi muro
personal de Facebook y preguntar de qué color la veía cada uno recibí
respuestas de todo tipo: Azul, negra, gris marengo, gris. La mayoría de los que escribieron dieron por supuesto que
preguntaba por el color preponderante, supongo que al preguntar yo por color y
no por colores, y solo unas cuantas mencionaron también el color marrón o cuero
refiriéndose a las asas y a la embocadura de la bolsa. Eso sí, y ahora que mi
marido no me lee, nadie mencionó que fuera verde.
Y respecto a los filtros
neurológicos no debemos olvidarnos del olfato, no todos podemos detectar con
igual intensidad los olores, e incluso hay olores que no somos capaces de
detectar si no hay determina concentración de partículas en el aire.
A todo lo anterior hay que
sumar que no todos los humanos
percibimos el fenómeno físico en cuestión, imagen, sonido u olor, que se
da a nuestro alrededor de la misma manera. En función de cómo tengamos
desarrollado ese sentido, ya genéticamente ya por entrenamiento, lo
percibiremos con mayor o menor intensidad o no lo percibiremos.
Los filtros sociales sería
como nosotros interpretamos lo que ocurre a nuestro alrededor, que significado
le atribuimos y esto vendría condicionado por las convenciones socialmente
aceptadas, los perjuicios y creencias del entorno social, el sistema de valores
sociales. Esta realidad no sería verificable, frases como “lo correcto” “lo
mejor….” van a estar muy condicionadas
por nuestro entorno.
En determinadas culturas no
está socialmente aceptado comer con la mano, o mirar a los ojos por que puede
considerarse una falta de respeto o invasión de la intimidad. Lo que es
correcto o esta socialmente aceptado en una religión, no lo está en otras
religiones.
Por ultimo estaría los
filtros individuales, los de cada uno de nosotros. Estaríamos hablando de
nuestra propia experiencia personal ( lo
que hemos vivido), la formación recibida, las representaciones internas personales,
los hábitos y los gustos, y las creencias y valores personales.
Paraos un momento a pensar
cuales pueden ser en cada uno de vosotros
Con esos filtros en la mano
podemos hablar de tres órdenes de la realidad:
- Todo
lo verificable por los sentidos.
- Las
interpretaciones que atribuimos a lo que veo, y que no son verificables con los
sentidos y depende de la interpretación de cada uno
- Como
yo me siento. Pensar por un momento que os dicen algo que os produce angustia,
o que os produce miedo, o estrés, en que parte del cuerpo la focalizáis?, ¿
sois capaces de distinguirlo?....
Cuando hablamos de que el Mapa no es el territorio, implica que
cada uno de nosotros tiene conformada un interpretación de la realidad según su
educación, su formación, su experiencia y sus sistema de valores, si operamos
con las partes permitiendo que nuestro mapa nos invada, probablemente no
haremos las preguntas adecuadas dado que cuando no tengamos en el mensaje la
información completa la integraremos con la información proveniente de nuestro
mapa.
Imaginad cuando estamos en
una mediación y hacemos una pregunta y cuando estamos escuchando empezamos a
pensar en una experiencia similar, nuestra o de otro caso, y preguntamos desde
esa experiencia o no preguntamos por qué la información que no se nos da la
rellenamos con la información que está en nuestra mente de nuestra propia
experiencia.
Es importante mantener la
distancia de la interpretación que puedan hacer los demás, y de la propia interpretación
que nosotros hacemos. Como mediadores deberíamos tener como máxima “suspender
el juicio” y evitar atribuciones desde nuestro propio mapa mental, y a ello nos
ayuda el metamodelo del lenguaje.
Muchas veces representamos
la mediación como dos piezas de un puzle, de piezas que estaban desconectadas
y se tienen que unir.
Yo pienso en el conflicto
como un puzle, nos dan la información desordenada, y con ella vamos
conformando el mapa de cada una de las partes, para por ultimo conformar el
mapa del conflicto con la información de ambas partes, información que debemos
integrar y extraer sin crear piezas de información con nuestro propio mapa.
A través del metamodelo del
lenguaje podemos conseguir como mediadores obtener más información, precisar,
eliminar distorsiones y permitir que las partes creen opciones y reflexionen.
No solo nos sirve el
metamodelo el lenguaje como mediadores en el espacio de mediación, sino que
también el ámbito personal nos permitirá dar un mensaje más completo y mejorar
la calidad de nuestra comunicación.
Y todo ello a través de una
de las herramientas del mediador: LA
PREGUNTA
Los patrones del metamodelo
son 12 y se agrupan dentro de las tres categorías que hemos puesto de
manifiesto:
- Omisiones-Eliminaciones
- Generalizaciones
- Distorsiones
Hay que tener mucho cuidado en el uso del metamodelo
del lenguaje en la vida cotidiana y no utilizarlo salvo que tengamos un
objetivo claro porque si no, las personas con las que nos relacionemos tanto a
nivel personal como profesional pueden sentirse atacadas.
Os puedo poner un ejemplo de mi primera inmersión con
el metamodelo del lenguaje. Al principio de estudiarlo, y pese a la advertencia
de mis formadores cada vez que oía algo no podía evitar pensar que faltaba
información, en seguida hacía preguntas del tipo “Cuando dices….puedes decir
específicamente a que te estas refiriendo”. Evidentemente mis hijas, de 9 y 11
años en la actualidad no tardaron en
decir “Mama habla raro”, y mi marido no tardo en pedirme que no me comunicara
de dicha forma dado que cualquier frase en cuanto yo denotaba que faltaba
información o que respondía a alguno de los patrones del metamodelo del
lenguaje indagaba sin parar.
Sin embargo, pese a lo anterior, sí que es
una herramienta muy útil en nuestro
ejercicio profesional como facilitadores o como abogados o negociadores
dado que nos servirá para integrar y concretar el mensaje. En mediación, desde
mi perspectiva, será muy útil en las sesiones privadas, cuando estemos a solas
con cada una de las partes y servirá
para hacerle responsable de sus elecciones, así como para concretar opciones y
hacerles de agente de la realidad.
En el ámbito personal, desde nuestra propia posición
nos servirá para escuchar sin interferencias, permitiendo que el otro nos
traslade su mensaje completo y hacer las preguntas necesarias sin meter nuestro
propio mapa personal. Además de lo anterior nos servirá para ser más efectivos comunicando, dando la
información completa que necesitamos transmitir sin realizar omisiones
importantes, ni juicios de valor, ni distorsiones, ni por supuesto
generalizaciones.
Espero haber logrado mi misión que no era otra que
trasladaros mi visión del uso del metamodelo del lenguaje en la mediación, y
que penséis en esos ruidos e interferencias que podemos tener, revisando cuales
pueden ser los vuestros, que pueden no coincidir con los míos, porque el
autoconocimiento del mediador para mi es otro de los puntales básicos para
poder ser un buen profesional.
María Dolores Hernández Gutiérrez
Socia fundadora Medialogos Gestión de Conflictos
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